domingo, 26 de julio de 2015

INFANCIA CONDENADA

... al hambre y la desnutrición 

Es lógico y de sentido común que una niña o un niño en recuperación nutricional que deje de recibir solo una de las tres comidas al día, se descompensa en su “tratamiento”. El hambre sigue y con ella la desnutrición infantil hace estragos en el país, en la sociedad, a pesar de multimillonarios recursos “destinados” que no llegan. Por más de 16 años (los que llevo atento a la situación de hambre que padece la infancia en Colombia) han pasado por la Dirección Nacional del ICBF gente de toda clase y origen geográfico, pero sin la capacidad, sin el liderazgo y sobre todo sin la sensibilidad para asumir responsablemente el estado de niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos, como ciudadanos; en este caso la sociedad también tiene su cuota de responsabilidad por la apatía de exigir cuentas y por no sancionar socialmente a quienes fracasan en su misión pública. Pero mientras se siga tratando a la infancia como un asunto de caridad, de asistencia, de cifras, y funcionarios continúen creyendo que hacen un favor a la sociedad sentados en sus puestos, sonriendo en fotos a lo largo y ancho del país (preciso junto a niñas, niños y adolescentes), nada pasará, y la proclama de la Constitución que expresa y obliga al Estado, Gobierno y Sociedad a garantizar los derechos de la infancia, seguirá siendo una mancha en el papel, o un plato limpio, sin comida.