martes, 19 de noviembre de 2019

NO SON MENORES, SON NIÑOS Y ADOLESCENTES


“Yo no soy menos que nadie” dijo un niño en el Putumayo a un periodista que lo entrevistaba.


El lenguaje no es neutral, refleja y al mismo tiempo construye realidades, la forma en que designamos las cosas, las personas y sus realidades, manifiesta la manera como las concebimos. Es por ello indispensable analizar lo que describe nuestra forma de referirnos a niños y adolescentes. A través del lenguaje se construyen relaciones de poder, y en el caso de los ciudadanos que aún no tienen la edad para ser considerados adultos, una condición de incapacidad. El vocablo menor refleja una situación relacional en la que siempre habrá un mayor, además la Ley de Infancia y Adolescencia desde 2006 cambió el término “menor” por el niños, niñas y adolescentes NNA, así como la mayoría de acuerdos internacionales en relación a los derechos de los niños también lo han hecho. Promovemos cambiar esta denominación hacia los niños y adolescentes arraigada en el léxico cotidiano como un primer gran paso de reconocimiento, respeto y valoración de los derechos de la infancia colombiana.