viernes, 1 de junio de 2012

PLAN DE DESARROLLO DEL DEPARTAMENTO DEL CESAR: Prosperidad a Salvo


 Primera Infancia, niñez, adolescentes y jóvenes “Por Siempre a Salvo”

Este Plan de Desarrollo se fundamenta técnicamente con los referentes del Plan Nacional de Desarrollo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el TLC y los recursos de regalías como ejes macro de políticas para trazar y alcanzar sus objetivos y metas, pero para el componente de infancia es supremamente necesario incluir como referentes a la Constitución Nacional de Colombia, la Declaración de los Derechos del Niño y la Ley General de Infancia y Adolescencia los cuales no aparecen mencionados.

Los objetivos están planteados de la siguiente forma:

Objetivo: “Cimentar de manera integral y sólida, al ser humano desde la primera infancia, asegurar una sociedad justa, desarrollada y sana. De allí la capital importancia y el profundo compromiso del Gobierno del Cesar, respecto de la estrategia orientada al desarrollo integral de niños y niñas, adolescentes y jóvenes, al reconocerlo no sólo como derecho inalienable, sino también como producto de la convicción, respaldada por criterios y principios que indican que la inversión social afianza el desarrollo integral de la sociedad”

Objetivo específico: “Realizar acciones afirmativas para impulsar la garantía de los derechos de la primera infancia, niñez, adolescentes y jóvenes”

Los niños como sujetos de derechos deben enmarcar y sostener los objetivos y el componente completo para la infancia dentro de cualquier  Plan de Desarrollo, en este caso no es así, solo con esta consideración se representa e instituye una visión totalizadora de la infancia e indica un conocimiento real de la importancia de no percibirlos únicamente como objeto  de asistencia.

La definición de los objetivos es muy amplia y poco precisa de modo que se habla del desarrollo integral sin especificar en qué consiste, al igual la utilización de la frase “impulsar la garantía” dentro del objetivo específico desvirtúa el compromiso supremo de una política de infancia el cual es GARANTIZAR los derechos, todos los derechos.

El sustento conceptual dentro del diagnóstico en el componente de la Protección Integral a la Primera Infancia no está indicado y es clave remitirse a él para conocer con claridad cuál es el marco teórico que desde el Gobierno Nacional se proyecta en relación a éste que mantiene a su vez la estrecha relación con la Estrategia Nacional de Cero a Siempre. (El Poder de los Primeros Años, profesor James Heckman)

En términos generales los diagnósticos están bien estructurados y soportados, aunque se nota en el desarrollo del componente que aún no se tiene la concepción clara del niño como sujeto de derecho lo que de manera implícita representa su ciudadanía, aún se cree que es solo con el registro de existencia del niño ante los canales estatales cuando se convierte en ciudadano.

Las acciones estratégicas ofrecen soluciones puntuales medibles y acertadas de acuerdo a los diagnósticos pero en su mayoría son de corte asistencial y sin decir que no sean positivas y necesarias porque si lo son, se debe mirar “más allá” y empezar a transformar ese imaginario que históricamente se ha instituido como lo fundamental para estructurar acciones sociales de verdadero alto impacto.

En el componente específico para Niñez, Adolescencia y Juventud se vuelve a mencionar el desarrollo integral sin especificarlo como aparece en la primera parte así como se introduce el concepto de desarrollo pleno que termina resultando ambiguo y poco claro.

El objetivo específico en esta parte no especifica y dice: “Encaminar todos los esfuerzos requeridos para lograr el desarrollo integral de la niñez, la adolescencia y la juventud, en la plenitud de sus potencialidades”, no compromete tales esfuerzos mencionados y deja un vacío que llena con un diagnóstico acertado pero incompleto ante la situación actual de este grupo poblacional, se limita a las acciones de asistencia y no define acciones que lleven a inspirar a niños, adolescentes y jóvenes todos en etapas críticas para el desarrollo humano, para alcanzar ese grado máximo de satisfacción (plenitud) mencionado y que se obtiene con más audacia en los planteamientos y sus metas. Hay que reconocer que el marco nacional de política para este sector, también es débil y se queda corto en acciones.

La metas están consistentes de acuerdo a las cifras manejadas en los diagnósticos, pueden cumplirse e incluso superar teniendo en cuenta el presupuesto correspondiente para la vigencia de la administración 2012-2015.Sería interesante antes de empezar a crear programas y proyectos para materializar lo propuesto en el Plan, crear la política pública para infancia (niñez y adolescencia) que los sostenga en el corto, mediano y largo plazo, incluso en pasado el período de gobierno, proyectándola transversalmente hacia otros sectores que complementen su ejecución, con una coordinación de carácter técnico en la que igual predomine la relación conocimiento y sensibilidad humana para liderar y potencializar con efectividad lo propósitos definidos en el Plan de Desarrollo.