Primera Infancia, niñez, adolescentes y
jóvenes “Por Siempre a Salvo”
Este
Plan de Desarrollo se fundamenta técnicamente con los referentes del Plan
Nacional de Desarrollo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el TLC y los
recursos de regalías como ejes macro de políticas para trazar y alcanzar sus
objetivos y metas, pero para el componente de infancia es supremamente
necesario incluir como referentes a la Constitución Nacional de Colombia,
la Declaración de los Derechos del Niño y la Ley General de Infancia y
Adolescencia los cuales no aparecen mencionados.
Los
objetivos están planteados de la siguiente forma:
Objetivo:
“Cimentar
de manera integral y sólida, al ser humano desde la primera infancia, asegurar
una sociedad justa, desarrollada y sana. De allí la capital importancia y el
profundo compromiso del Gobierno del Cesar, respecto de la estrategia orientada
al desarrollo integral de niños y niñas, adolescentes y jóvenes, al reconocerlo
no sólo como derecho inalienable, sino también como producto de la convicción,
respaldada por criterios y principios que indican que la inversión social
afianza el desarrollo integral de la sociedad”
Objetivo específico: “Realizar acciones afirmativas para impulsar la
garantía de los derechos de la primera infancia, niñez, adolescentes y jóvenes”
Los niños como sujetos de derechos deben
enmarcar y sostener los objetivos y el componente completo para la infancia
dentro de cualquier Plan de Desarrollo,
en este caso no es así, solo con esta consideración se representa e instituye una
visión totalizadora de la infancia e indica un conocimiento real de la
importancia de no percibirlos únicamente como objeto de asistencia.
La definición de
los objetivos es muy amplia y poco precisa de modo que se habla del desarrollo
integral sin especificar en qué consiste, al igual la utilización de la frase “impulsar
la garantía” dentro del objetivo específico desvirtúa el compromiso supremo de
una política de infancia el cual es GARANTIZAR los derechos, todos los
derechos.
El sustento
conceptual dentro del diagnóstico en el componente de la Protección Integral a
la Primera Infancia no está indicado y es clave remitirse a él para conocer con
claridad cuál es el marco teórico que desde el Gobierno Nacional se proyecta en
relación a éste que mantiene a su vez la estrecha relación con la Estrategia
Nacional de Cero a Siempre. (El Poder de los
Primeros Años, profesor James Heckman)
En términos
generales los diagnósticos están bien estructurados y soportados, aunque se
nota en el desarrollo del componente que aún no se tiene la concepción clara
del niño como sujeto de derecho lo
que de manera implícita representa su ciudadanía, aún se cree que es solo con
el registro de existencia del niño ante los canales estatales cuando se convierte
en ciudadano.
Las acciones
estratégicas ofrecen soluciones puntuales medibles y acertadas de acuerdo a los
diagnósticos pero en su mayoría son de corte asistencial y sin decir que no
sean positivas y necesarias porque si lo son, se debe mirar “más allá” y
empezar a transformar ese imaginario que históricamente se ha instituido como
lo fundamental para estructurar acciones sociales de verdadero alto impacto.
En el componente
específico para Niñez, Adolescencia y Juventud se vuelve a mencionar el
desarrollo integral sin especificarlo como aparece en la primera parte así como
se introduce el concepto de desarrollo pleno que termina resultando ambiguo y
poco claro.
El objetivo
específico en esta parte no especifica y dice: “Encaminar todos los esfuerzos
requeridos para lograr el desarrollo integral de la niñez, la adolescencia y la
juventud, en la plenitud de sus potencialidades”, no compromete tales esfuerzos
mencionados y deja un vacío que llena con un diagnóstico acertado pero
incompleto ante la situación actual de este grupo poblacional, se limita a las
acciones de asistencia y no define acciones que lleven a inspirar a niños,
adolescentes y jóvenes todos en etapas críticas para el desarrollo humano, para
alcanzar ese grado máximo de satisfacción (plenitud) mencionado y que se
obtiene con más audacia en los planteamientos y sus metas. Hay que reconocer
que el marco nacional de política para este sector, también es débil y se queda
corto en acciones.
La metas están
consistentes de acuerdo a las cifras manejadas en los diagnósticos, pueden
cumplirse e incluso superar teniendo en cuenta el presupuesto correspondiente
para la vigencia de la administración 2012-2015.Sería
interesante antes de empezar a crear programas y proyectos para materializar lo
propuesto en el Plan, crear la política pública para infancia (niñez y
adolescencia) que los sostenga en el corto, mediano y largo plazo, incluso en
pasado el período de gobierno, proyectándola transversalmente hacia otros
sectores que complementen su ejecución, con una coordinación de carácter
técnico en la que igual predomine la relación conocimiento y sensibilidad humana
para liderar y potencializar con efectividad lo propósitos definidos en el Plan
de Desarrollo.
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