Es
la Escuela con Identidad escenario ideal para crear y reorientar estrategias que
faciliten el aprendizaje y el fortalecimiento de acciones ciudadanas en niños, allí,
desde la nueva convivencia, afianzan las indicaciones que vienen de casa y
reciben la influencia de otros saberes provenientes de la cultura y de las experiencias
que aportan los miembros de la comunidad escolar. En ella, las actividades
escolares pueden cumplir una labor significativa para sensibilizar y formar en ciudadanía en los niños, la pluralidad de sus saberes permite abordarlos desde
estrategias distintas que facilitan crear modelos originales para observar y
percibir el mundo, la realidad particular y de la misma forma invitarlos a actuar
en esos escenarios. Construir ciudadanía desde la infancia utilizando los
escenarios cotidianos y vitales enmarcados en la cultura a la que pertenecen es
una labor que se debe asumir con la convicción de dar forma desde ya a un futuro
con ciudadanos más participativos.
La cultura tradicional local como parte
expresiva de las comunidades cumple una función formadora y transformadora que
debe ser sostenida y guiada de forma permanente, es un imperativo de la
educación que no solo se limita al espacio formal sino a todo el entorno de
interrelación social donde se convive. Un proceso de sensibilización,
orientación y formación que tenga como base la cultura tradicional y la
identidad que la acoge debe partir e involucrar a los niños desde que empiezan
su vivencia sociocultural en la escuela. Conviene entonces impulsar esta
conciencia, reconociendo el valor y la fuerza que la cultura tradicional tiene
no solo para las regiones si no para toda Colombia especialmente en la
consolidación y reconocimiento de una nacionalidad diversa.
Un
paso fundamental para lograrlo es empezar
a reconocer los aspectos del entorno que tienen un significado valioso para la
comunidad de la que se hace parte, tales aspectos que conforman el patrimonio
colectivo que exige ser valorado,
recuperado, renovado y conservado, porque de la dimensión que alcance esa
responsabilidad dependerá en buena medida la vivencia como seres capaces de
ejercer la identidad y ejercer la identidad es ejercer también la libertad, fundamentos
que estructuran la ciudadanía. Consolidar entonces en los niños una conciencia
en torno al patrimonio, la cultura que lo acoge y su sostenibilidad es una
acción inaplazable, nos obliga a estructurar ideas sobre bases científicas,
sobre la sabiduría popular y sobre la cultura desarrollada en cada espacio
particular, como el soporte donde se puedan fijar posiciones y donde se vea con
claridad la responsabilidad plena con el grupo social y que sea el espacio
escolar, la Escuela con Identidad, el escenario para desarrollarla.
Paralelamente a todo este proceso las artes, apoyadas
en la cultura tradicional que las sostienen, constituyen un elemento de
expresión de las comunidades y a través de ellas se muestran como son. La identidad cultural, el patrimonio y el
sentimiento de pertenencia a un territorio que tenga contenidos sustanciales
de las propias comunidades son conceptos fundamentales para la convivencia y
para el desarrollo local y pilares fundamentales que fortalecen la conciencia
de los grupos humanos, aspecto esencial para la formación de individuos
capaces, críticos y objetivos. A través de la apropiación de cultura tradicional
niños pueden empezar a reconocerse como miembros activos de la sociedad y
construir un imaginario vivo de su realidad desde su memoria histórica, su
identidad cultural, la dimensión estética y, la valoración y el respeto por el
otro. La Escuela con Identidad en su esencia ofrece esa posibilidad y es lo que
en Colombia las regiones y sus condiciones particulares en la cotidianidad deben
hacer de forma permanente y eficiente.
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