Pasa y pasa el tiempo…
Pasan décadas con sus gobiernos y el denominado Plan Nacional
de Lectura PNL, que en cada período establece estrategias para promover este
hábito fundamental para el pensamiento y para la libertad, nunca obtiene un
impacto significativo que cumpla con las expectativas gubernamentales ni con
las de la ciudadanía. Se llega hoy al punto de convocar una campaña de Regalar un Libro, no menos importante,
pero que en el fondo vuelve y demuestra que se mantiene una percepción
caritativa de las obligaciones del Estado, una forma de discriminar la
conciencia colectiva. Al final lo que se busca es influenciarla positivamente
para que se arraigue en comportamientos individuales y que luego transformar un
deseo siempre latente, en el hábito deseado.
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