Espacio para hacer visibles a las niñas, los niños y los adolescentes colombianos. Una sociedad colombiana consciente del valor que representa su infancia es una sociedad que proyecta mejor su futuro
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domingo, 4 de diciembre de 2011
viernes, 11 de noviembre de 2011
DIA UNIVERSAL DE LA NIÑEZ
Un 20 de noviembre hace 57 años la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que todos los países instituyeran el Día Universal del Niño, fecha que se dedicaría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños y niñas del mundo entero y se destinaría a actividades propias para promover el bienestar de los niños del mundo. Aunque la Asamblea sugirió a los gobiernos que celebraran el Día en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente, el día 20 de noviembre marca además la fecha en que la Asamblea aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989. Es entonces una fecha significativa que hoy al tiempo de recordar debe servir para reiterar y fortalecer el compromiso que tenemos con el presente y el futuro del planeta y de sus más importantes habitantes, los niños y las niñas.
domingo, 23 de octubre de 2011
martes, 27 de septiembre de 2011
ESCUELA NUEVA
domingo, 18 de septiembre de 2011
martes, 13 de septiembre de 2011
¿CADENA PERPETUA?
Estos son los argumentos en contra del referendo que propone cadena perpetua para violadores.
domingo, 28 de agosto de 2011
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS (dt)
miércoles, 24 de agosto de 2011
DULCE CORAZÓN
Ejercicios Musicales de Participación creados por niñas, niños y adolescentes en las veinte localidades de Bogotá. *
viernes, 19 de agosto de 2011
CULTURA, MÚSICA TRADICIONAL E INFANCIA: Lazos de Identidad *
¿De qué forma la música tradicional influye en el fortalecimiento de la identidad de los niños? ¿cómo ha sido su influencia? ¿Están siendo aprehendidos en el gran marco de la cultura de las regiones y del país?
Los hombres y mujeres poseen una característica fundamental: ésta es, darse cuenta que están vivos y que hacen parte del mundo; así dan sentido a su existencia. Es a partir de esa noción que aparece el pensamiento y como resultado evidente del proceso mental, la cultura toma vida y se agita por todo el planeta. La cultura se modela con el conjunto de acciones humanas, tangibles e intangibles, que suceden y que construyen minuto a minuto el eje de la historia. La vivencia cultural hace que nos reconozcamos. En la cultura definimos y reconocemos todo aquello que nos pertenece y que de una u otra forma nos hace especiales, nos hace como somos y nos permite ser nosotros.
La música tradicional como parte expresiva de la cultura de las comunidades cumple una función formadora y transformadora que debe ser sostenida y guiada de forma permanente, es un imperativo de la educación que no solo se limita al espacio formal si no a todo el entorno de interrelación social donde se convive.
En cada sitio de la tierra las características propias del medio hacen que sus naturales se adapten creando modos de vida particulares, siendo el eje constituido por los desplazamientos y asentamientos humanos, el factor clave en la conformación de los grupos específicos y diferenciados de población. En Colombia desde mucho antes de la llegada de los europeos el poblamiento del territorio se caracterizó por la diversidad. Las migraciones al interior de
Cuando hablamos de patrimonio cultural abarcamos cada uno de los hechos y acciones que identifican a los grupos humanos desde el pasado, a los del presente y proyectamos una visión de futuro. El trabajo cerámico en sus distintas épocas, el tallado de la piedra, la tradición oral, la arquitectura, la forma de cultivar, los vestidos, los juegos junto con la música, hacen parte de cada ser y expresan colectivamente la visión del mundo. La vivencia cultural hace que nos reconozcamos. En la cultura definimos y reconocemos todo aquello que nos pertenece y que de una u otra forma nos hace especiales, nos hace como somos y nos permite ser nosotros.
Así mismo el valor del patrimonio radica en saber apreciar que el patrimonio del otro puede ser diferente al nuestro, y lleva implícito la posibilidad de reconocer elementos de diferente origen que se mezclan de una manera única en cada grupo social. Del intercambio entre los grupos sociales se construyen los comportamientos y la vida en general de las sociedades, constituyéndose éste intercambio, en la estructura que soporta a cada cultura.
Es un paso fundamental empezar a reconocer los aspectos del entorno que tienen un significado valioso para la comunidad a la que pertenecemos, tales aspectos conforman ese patrimonio colectivo que merece ser valorado, recuperado, renovado y conservado con el máximo compromiso, porque de la dimensión que alcance esa responsabilidad dependerá en buena medida nuestra vivencia como seres capaces de ejercer nuestra identidad; y ejercer la identidad es ejercer también la libertad.Consolidar una conciencia en torno al patrimonio, la cultura que lo acoge y su sostenibilidad es una acción inaplazable; nos obliga a estructurar ideas sobre bases tecnológicas y científicas, sobre la sabiduría popular y sobre la cultura desarrollada en nuestro espacio particular, como el soporte donde se puedan fijar posiciones con amplitud y donde se vea con claridad una responsabilidad absoluta con nosotros mismos.
La identidad cultural, el patrimonio y el sentimiento de pertenencia a un territorio que tenga contenidos sustanciales de las propias comunidades, son conceptos fundamentales para la convivencia y para el desarrollo local, y pilares fundamentales que fortalecen la conciencia de los grupos humanos, aspecto esencial para la formación de individuos capaces, críticos y objetivos. A través de la música tradicional niños y niñas pueden empezar a reconocerse como miembros activos de la sociedad sensibilizándolos para que construyan un diagnóstico vivo de su realidad desde la memeoria histórica, la identidad cultural, la dimensión estética, la convivencia, y la valoración y el respeto por el otro; la música tradicional ofrece esa posibilidad y es lo que la músicas tradicionales con sus aires particulares en la cotidianidad hace de forma permanente.
* Gustavo Adolfo Durán Araújo. Aparte de la Ponencia Presentada en el Foro de la Cultura Vallenata, Valledupar, Cesar. Abril, 26 de 2007
miércoles, 17 de agosto de 2011
EL FENÓMENO DEL NIÑO*
miércoles, 3 de agosto de 2011
PENSAR LA POLÍTICA DE INFANCIA
Comisión Asesora de Política Criminal Vuelve Trizas Proyecto de Cadena Perpetua*
El proyecto de cadena perpetua para violadores y asesinos de niños es irracional, es altamente inconveniente y es inconstitucional, esa es la conclusión de la Comisión Asesora creada por Germán Vargas Lleras para aconsejar al Gobierno en política criminal. A puerta cerrada, Vargas Lleras dijo que estaba de acuerdo con los argumentos de la Comisión. Si el Ministro sostiene hacia afuera esta misma posición, quiere decir que el proyecto de la senadora Gilma Jiménez se quedó sin el respaldo del Gobierno.
Esta comisión, integrada por los juristas Yesid Reyes, Iván González, Rodrigo Uprimny, Camilo Sampedro, Carlos Guillermo Castro, Julissa Mantilla y Fernando Velásquez, estudió el proyecto de ley de referendo impulsado por la senadora del Partido Verde Gilma Jiménez con el respaldo de más de dos millones de firmas ciudadanas. Y su evaluación es funesta para la iniciativa.
La Comisión critica el proyecto de cadena perpetua tanto en la forma como en el fondo.
En la forma, rebate el argumento de que, por ser una iniciativa de referendo el Congreso, debe respetar la voluntad de las dos millones de firmas y aprobarlo sin examinar su constitucionalidad o conveniencia.
“[El Congreso] debe reflexionar sobre la pertinencia, la conveniencia y la justicia de las iniciativas, y no simplemente aprobarlas con el argumento de que tienen amplio respaldo popular.”
También señala la paradoja que atraviesa el proyecto: si el Congreso lo aprueba con el texto que le presentaron a los ciudadanos que firmaron a favor del proyecto, este sería totalmente inconstitucional puesto que le impondría automáticamente la cadena perpetua al que matara, violara, maltratara severamente, secuestrara o explotara sexualmente a menores de 14 años o a menores de 18 años discapacitados.
“Una pena imperativa y automática de ese alcance para esos delitos es del todo irracional, pues —sin importar las circunstancias en que se cometan, el grado de culpabilidad del autor, o la diversidad misma de las conductas punibles señaladas—, siempre habría lugar a imponer la cadena perpetua”.
La Comisión concluye esto de manera categórica puesto que, hace exactamente un año, la Corte Constitucional tumbó una norma que era prácticamente idéntica con estos mismos argumentos.
Pero si el Congreso –en palabras de la Comisión– “intenta reducir su irracionalidad”, modificando el texto para que diga que la pena para esos delitos puede ir “hasta” la cadena perpetua para que no se aplique de manera automática a todos los casos y respete esa proporcionalidad y gradualidad, entonces también sería inconstitucional. Puesto que ya la Corte ha dicho que no se puede alterar de manera sustancial el texto con base en el cual fueron recogidas las firmas y es claro que la gente que firmó quería la cadena perpetua para los violadores y no que fuera el juez el que juzgara la gravedad de la pena que se merecía cada caso.
No solo lo dijo la Corte cuando tumbó el referendo que permitía la segunda reelección de Uribe sino también cuando declaró inexequible la ley que en 2009 permitía la cadena perpetua para violadores -y sobre la cual la iniciativa de la senadora Jiménez es calcada-, ya que en ese caso también decidieron modificar el texto que le habían presentado originalmente a los ciudadanos.
“Por ambas vías, entonces, la conclusión que se impone es que este Proyecto de Ley 206 de 2010 debe ser archivado por inconstitucional. La Comisión Asesora estima que el Congreso de la República debería, de una vez por todas, evitar el desgaste que para el país implica aprobar un Proyecto que, todo lo indica así, va camino a ser declarado inconstitucional, porque pisotea la entraña misma de la Carta Fundamental”.
*Por Juanita León en La Silla Vacía.
lunes, 18 de julio de 2011
INFANCIA EN INDEFENSIÓN
La Pobreza y los Niños, Niñas y Adolescentes- *
Muchos y variados son los conceptos de pobreza y sus dimensiones asociadas. La expansión teórica y metodológica que ha tenido el concepto es admirable y ha contribuido tanto a la concomitante confusión de sus usos y desarrollos programáticos, como a su incapacidad para inspirar una práctica trasformadora ante una realidad que, en el caso de niños/as y adolescentes, resulta intolerable.
Ahora bien, esta "producción" intelectual no es "cándida" y precisamente por ello, la mayor parte de ella tiene como objetivo ocultar aquello que "describe". Es que los discursos sobre la pobreza llevan embutidos los argumentos que derivan en acciones o modalidades de entender el problema que no son conducentes a su superación. Como afirmaré, existen en la biopolítica poderosos dispositivos ideológicos que proceden a legitimar una situación de dominación por medio de la ocultación de la relación social primaria que la expresa, que en este caso, es la de los ricos sobre los pobres. La pobreza de propuestas sobre la pobreza consiste principalmente en "empobrecer" su discurso focalizando el análisis sólo sobre los pobres ignorando la dominación de los ricos. Y es en esa tensión dominante-dominado en donde la situación de pobreza de la infancia debe ser entendida y localizada como relación social.
No pretendo aquí amplificar esta discusión con argumentos que he dado hace bastante tiempo. La pobreza y la riqueza no son sólo una distribución estadística. Esa relación tiene que ver principalmente con la igualdad, esto es con el entendimiento de que la pobreza se da al interior de relaciones sociales asimétricas asociadas en última instancia a la distribución del poder económico y a las modalidades en que éste influye y/o determina la práctica política. Para una política por y con la infancia, también el centro de la cuestión es el poder: esto es, si éste puede ser determinado en una dirección opuesta a la opresión que genera la pobreza y/o puede producirse un contrapoder que emancipe a las víctimas de su opresión. La cuestión de la infancia pobre es entonces una cuestión biopolítica mayor. No hay políticas para la infancia "fuera" de la política y que por lo tanto, no pasen por la construcción de relaciones sociales más simétricas. En otras palabras, todo discurso que plantee la pobreza por fuera de relaciones sociales de dominio y sobre todo, como una situación que requiere "soluciones" externas a la práctica política, concebida ésta como proceso colectivo emancipador, está asociado directa o indirectamente a ejercicios argumentativos para justificar el statu quo. O digámoslo sin eufemismos: analizar el hecho "social" del ser pobre o más particularmente, la situación niño/a-adolescente-pobre, no relacionándolos a los procesos económicos de concentración de ingresos, riqueza y poder, es como trabajar por y para su reproducción.
En el caso de los niños/as y adolescentes no hay más que una simple y transparente constatación: la mayoría de los niños son pobres y la mayoría de los pobres son niños. Uno de cada dos niños/as es pobre en el mundo. Ellos/as permanecen en el mundo de la zoé. La desigualdad de las relaciones sociales afecta profundamente la situación de la infancia. El análisis de los determinantes de la pobreza de los niños y niñas es por demás conocido. El impacto de sus consecuencias de todo orden están ya sobreargumentadas y nuestra responsabilidad como adultos es moralmente inconmensurable.
Pero siguiendo con mis argumentos, la cuestión no es sólo "analítica" sino sobre todo biopolítica pues hablamos de poder. Afirmo entonces que la cuestión central en la relación pobreza-infancia es el poder, puesto que niños/as y adolescentes son por autonomacia "los que no tienen poder". La biopolítica de la infancia consiste en mantenerla en la zoé como sólo sobrevivencia e inhibir o regular el desarrollo de la ciudadanía y su acceso a la política. Aún más, deseo enfatizar que la biopolítica implica la regulación de la vida pues en esta instancia de la edad temprana, es donde se define quién accede a ella, quién no y quién permanece en ella "reglamentando" las condiciones de esa permanencia.
* Eduardo Bustelo Graffigna
martes, 12 de julio de 2011
¿NUEVAS PRÁCTICAS PARA NUEVAS INFANCIAS?
Infancias Diversas y Plurales *
La transformación de aquellas maneras de entender la infancia, están marcadas por acontecimientos de significación por épocas, incidencias sociales, culturales y políticas, entre otras. Se plantea la infancia como un fenómeno social y cultural, donde los niños y niñas, pertenecen a un espacio temporal y social particular, así como a una estructura social determinada, considerándolos sujetos activos en las transformaciones históricas, culturales y sociales; igualmente, protagonistas de interacciones y relaciones sociales, red de redes, vínculos que los van a su vez constituyendo.
De esta forma, la infancia se ha configurado como una categoría instituida, asociada entre otras a miradas disciplinares, como aquellas psicologicistas, relacionadas con el desarrollo evolutivo por pertenencia a una etapa de vida particular, o como un sujeto activo o pasivo en relación con la construcción del conocimiento y los procesos de aprendizaje, o desde una perspectiva jurídica, asumida como sujeto de derechos, consecuencia de largos años de “lucha” reivindicatoria y desarrollo de los derechos humanos. Esta última mirada predominante y abarcadora de los discursos que circulan en los escenarios públicos.
Por otra parte, lecturas críticas contemporáneas, cuestionan estas concepciones modernas de la infancia que prevalecen, haciendo referencia a como tienden a uniformizar y en cierta medida a velar diferencias, particularidades, diversidad de experiencias y formas de “ser infancia” con sus expresiones manifiestas y marcadas en relación con los diferentes contextos, relaciones y situaciones de tipo social, cultural y político. Desde allí autores como (Narodowsky, 1994), plantean la llamada “crisis de la infancia”, siendo esta una construcción instituida que parece por momentos desaparecer en el contexto actual.
Estos cuestionamientos, han posibilitado el reconocimiento y emergencia de nuevos discursos, en contraste con la mirada clásica de la modernidad que ubican al niño como un ser inacabado, incompleto, los “aun no” como lo expone Ferran Casas (1998), puestos en posición de minoría y por ende, supeditado a la voluntad del adulto y del Estado. Discursos nuevos donde no se habla necesariamente de infancia como única, abarcante de lo múltiple, sino de infancias, y acaso nuevas infancias, atendiendo a esta pluralidad de experiencias, relaciones y visiones. Concebida así, como categoría socialmente construida, la infancia implica identidades que “no pueden ser pensadas en términos de alguna esencia inmutable o cristalizada, sino como construcciones relacionales, contrastantes (es porque nos diferenciamos de “los otros” que nos reconocemos como “nosotros”), situadas en la historia y, por lo tanto, en constante transformación” (Colángelo,
2003). “Todo esto hace de la construcción de la infancia un proceso que no es unívoco, sino dinámico y conflictivo. Las divisiones entre edades o etapas de la vida no sólo son arbitrarias, sino también objeto de disputas y manipulaciones. Esto quiere decir que la forma en que se defina y caracterice la infancia es un fenómeno eminentemente político en el sentido que tiene que ver con la distribución de poder entre distintos grupos de la sociedad, dado que las clasificaciones por edad son también una forma de imponer límites, de producir un orden en el cual cada uno debe ocupar su lugar (Ídem.). Desde esta idea de lo diverso, se plantea la necesidad de hablar de “infancias”, múltiples, plurales, en situación y en el contexto en el marco de nuestra compleja sociedad. Así los sujetos niños y niñas, no se escapan a estas lógicas y dinámicas que los constituyen o bien desde fenómenos sociales, económicos, culturales y políticos que determinan contextos y condiciones particulares, así como situaciones específicas en momentos históricos y culturales determinantes, por lo cual, se puede hablar de la infancia situada y en contexto.
Se pueden señalar aquí, situaciones relacionadas con condiciones y calidad de vida, desde una perspectiva psicosocial como lo plantea (Ferran Casas 1998), aludiendo a una visión de la infancia en condiciones de pobreza, deprivación social y psicoafectiva, atendiendo a las condiciones de la región especialmente en América Latina. Desde aquí, se acude entre otros, al estudio y análisis de la situación de los niños y las niñas como personas individuales, como grupos sociales y como conjunto de población.
Se puede hablar de nuevas infancias, que podría llamarse infancias del mercado y de los centros comerciales o como lo plantea (Carli. S, 2006), haciendo referencia a como la experiencia que transita la infancia, lo hace entre la escuela, la calle y el shopping. Los sujetos aquí son vistos como medios – recursos y no como fines de desarrollo en sí mismos. En esta lógica, fenómenos como la globalización, el surgimiento de las nuevas tecnologías e información, donde la predominancia de los postulados económicos promueven la concepción de sujetos como “capital”, sujetos “consumidores”, mediados por relaciones financieras y mercantiles. O la aparición de aquellos sujetos inmersos en una matriz infinita de información y permanente bombardeo de los medios masivos de comunicación, que no hacen discriminación de público, ni de información, eliminando en la separación del mundo adulto del mundo infantil como lo había logrado otrora el monopolio de la escuela. (Narodowski 1994). Se habla así de las infancias “hiperrrealizadas”, donde los niños acceden fácilmente a volúmenes grandes de información, la infancia de la realidad virtual, el Internet y aquellas “desrrealizadas” o marginales, donde los niños deben garantizar su propia existencia y están “desconectados” de esta realidad virtual cada vez más dispersa y abarcante.
* Sara Inés Ochoa
domingo, 10 de julio de 2011
CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA
martes, 5 de julio de 2011
LA INFANCIA A LA CONQUISTA DE LA CIUDADANÍA
viernes, 17 de junio de 2011
ROSTROS DE UNA TRAGEDIA
Pequeños seres humanos que acumulan desde muy temprano la experiencia del dolor compartido, de la tierra abandonada, del sufrimiento urbano, del hambre que se vuelve costumbre, de culturas desconocidas, de nostalgias reprimidas, de los seres queridos ultimados, de recuerdos que vibran en silencio.Semillas de futuros inciertos, pequeños hombres y mujeres nacidos y criados en las zonas de guerra, niños obligados a obedecer el lenguaje de las armas que vieron disparar antes del éxodo forzado.Niños en la mira de los ejércitos de hombres que quieren perpetuar la guerra para sumar más combatientes a los enfrentamientos del absurdo.
Esperanzas de la patria reunidos en barrios subnormales, con la violencia del recuerdo en sus frágiles conciencias y con la realidad del sufrimiento de la supervivencia urbana. Niños desplazados, una realidad que va más allá de las frías estadísticas que a veces ayudan a entender que la sensibilidad también hace parte del lenguaje de la esperanza.
El 55% del total de la poblacion desplazada por violencia en Colombia es menor de 18 años, es decir, aproximadamente 412.500 niños que huyeron con sus familias por presiones de diversos actores armados.El Sistema de Información de Hogares desplazados por Violencia en Colombia SISDES, desarrollado por CODHES, precisa que el 12.72.% de la población infantil desplazada correspondea los menores de 5 años, el 19.78% oscila entre 5 y 10 años, elt 12.78% entre 11y 14 años y el 9.03% tiene entre 15 y 18 años.